lunes, 10 de septiembre de 2007

Sobre la inhumana experiencia de abrir una cuenta bancaria como migrante

Veanlo, aquí está... se trata de Chancho Panza, mi puerco de ahorro migrante. De aquí en más este cerdito será el celoso guardián de mis ahorros 0% colesterol. Pero semejante idea tan vintage no salió de mi cabeza, no, lamento desilusionarlos. Me veo en la obligación moral y ética de reconocer autorías y se la otorgo a esa tribu que el pueblo argentino recuerda con tanto... recuerda tanto... que es la tribu bancaria. Si: Chancho Panza va a ocupar el lugar de esa cuenta de ahorro negada a una pobre chica (pobre, porque no tengo un mango y chica, porque mi cuenta nunca alcanzaría la mayoría de edad). Gracias a ustedes, BB y Santa, dos grandes señores bancos (uno bien local y otro español que, a pesar de vestirse de rojo y blanco, nada tiene que ver con Santa Claus) por haberme obligado a hacer ejercicio yendo unas 32 veces a sus distintas oficinas; gracias por haberme pedido una y otra vez diferentes papeles que me permitieron conocer todas las reparticiones públicas de Rio de Janeiro; gracias por haber estimulado mi espíritu de lectora en las horas de fila que tuve que hacer. Gracias, también, por haberme hecho sentir tan especial, tan diferente, casi como un ser de fuera de este planeta: tan extranjera. Gracias por haberme enseñado a discutir en portugués y a saber que ahorrar cuesta, cuesta tanto que es casi imposible para mi como extranjera abrir una cuenta de ahorro. Gracias también por poner en evidencia cómo les quita el sueño el problema del lavado de dinero, sobre todo en casos tan dignos de sospecha como el mio que recibo cifras mensuales que no superan los 3 dígitos. De nuevo, gracias por mostrarme que el derecho a recibir una remuneración por mi trabajo es solo una cosa que queda linda en los papeles. No puedo dejar de agradecer tampoco a aquellos funcionarios que después de 2 meses todavía no me mandaron la tarjeta del CPF ni a aquellos que miran mi contrato de trabajo con una organización social como si se tratara de una declaración de pertenencia a Al Qaeda. Gracias, de verdad, porque todas esas personas y reglamentos, que conforman un conglomerado de instituciones ineficientes y contradictorias, fortalecen mi espíritu. Muito obrigada!

2 comentarios:

Fausto dijo...

Uma crônica espetacular para um drama espetacular.

Cariños. Y suerte! ;-)

sauria es una mutante! dijo...

que mal, flaca!
pero por las dudas, te salvás de un posible "corralito" a tus 3 cifras... o el corralito será solo patrimonio argentino? ;o)

besos!