viernes, 21 de agosto de 2009

La papilla puede ser una aventura: pequeños grandes paladares

Como consecuencia de ser mamá y haber comenzado a alimentar a mi hijita Bianca con comida sólida, he descubierto que los menúes para bebés curiosamente cambian - mucho - de un país al otro. En Argentina, la siempre bienvenida papilla de banana, la nunca bien ponderada papilla de calabaza (a veces con papa) y como producto de un arrebato de inspiración suprema una manzana rallada. Aquí, en Brasil, pareciera ser que la cosa se complejiza un poco más: carnes, remolachas, mamón, ciruela, caldo de poroto, verduras VARIAS, arroz, avena, etcétera, forman parte de un "cardapio" bien amplio.

Si no me creen, observen la oferta de los productos de Nestlé para cada uno de los países (cabe destacar que en Brasil la comida infantil tiene site propio):

Argentina

Brasil

Ahora, mi pregunta es la siguiente: esto responde realmente a diferencias paladaríticas culturales, o bien a manías pediátricas de cada tierra, o bien al grado de comodidad de las madres y/o niñeras de cada país, a la costumbre de ofrecer al bebe alimentos derivados de la fauna y flora que predomina en la región, o bien a la imposición del mercado de ciertos gustos culinarios en función de lo que necesita vender?

No hay comentarios.: