... y también tuvimos aventuras al fiel estilo de la argentinaenriodejaneiro. Para viajar a Paraty, alquilamos un auto. Todo bárbaro, 2007 el auto, nuevito y rapidito, todo lindo. Mientras tomábamos unas cervecitas heladas bajo el sol de la playa Jabaquara, alguna persona que ama el aerosol negro, los coches ajenos y tenía mucho tiempo libre (por así decirlo) escogió justo nuestro auto de todos los que estaban estacionados para dejar su marca de ocio químico. Una raya negra recorriendo en toda su longitud el lado izquierdo del auto alquilado y nuestras ganas de haber llegado 5 minutos antes y haberle propuesto saborear un poco de su propio spray. Pero no hay desgracia sin gracia: ya dispuestos a pagar la plata del seguro para cubrir los costos de reparar la obra de arte callejera, se nos ocurrió entrar en la estación de servicio más próxima a la posada donde nos alojábamos. Milagrosamente, allí trabaja Alexandre, quien con su aceite quemado y media hora de refregar sin parar sobre la maldita linea negra logró sacar absolutamente todo. Totalmente agradecidos, guardamos el auto en la cochera hasta nuevo aviso.
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