viernes, 9 de marzo de 2007

Una escalofriante coincidencia (que no es coincidencia)





Había una vez, no mucho tiempo atrás, un país ubicado muy al sur de un enorme reino llamado América donde la gente vivía bajo los mandatos de un dictador. En los ratos libres, entre una y otra acción nefasta, a ese dictador le gustaba sentarse a escribir frases que mostraran qué tan maravillosa era su terrible dictadura. Vean ustedes que, no muy lejos y un poco más arriba apenas, vivía otro dictador al que le gustaba hacer exactamente lo mismo pero prefería usar otros colores. Moraleja: en esta vida no hay coincidencias. Y otra cosa: quien no logre ver el traje invisible del rey se debe a que, en efecto, ese traje no existe.

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