
Acaba de llegar a mi cuenta de correo electrónico esta fotografía sacada desde plena caída libre de un pasajero del vuelo en el que vinimos a Rio con Mcleod a finales de febrero. Entre rayos y truenos, con el avión cayendose a pedazos y dando vueltas sobre si mismo porque no tenía donde aterrizar, el viejito sacó una foto. Y, crease o no, este señor ya casi recuperado de sus múltiples fracturas expuestas tuvo la gentileza de recordar enviarme esto. ¿Lo que es la tecnología, eh?
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