El tango

Cada vez que uno/a dice que es de Argentina, inevitable e inmediatamente la gente dice dos cosas: "ahhhh, Buenos Aires, que lindo..." o en el mejor de los casos, "ahhhh, tango, que apasionante..." Es así. Vayas donde vayas. Hagas lo que hagas. Te vistas como te vistas. Digas lo que digas. Mientras seas de Argentina. Entonces, a ese mejor de los casos es que dedico hoy este posteo con algunas de mis fotos personales.
En la primera, estamos Mcleod y yo caminando (entiendase bailando tango) por las calles de Rosario.
En la segunda, yo cenando (entiendase bailando tango) con unos amigos de la infancia.
En la tercera, Mcleod sosteniendome (entiendase bailando tango) porque se me bajó la presión tras convertir mis pesos argentinos a reales.